La fiesta del Día de Muertos es la mejor ventana hacia las tradiciones mexicanas más espectaculares. En la Riviera Maya, los primeros días del mes de noviembre, los aromas y colores de los platillos ceremoniales emergen de la oscuridad de la selva hacia las madrugadas frescas del otoño.
Desde antes del amanecer, en los pequeños pueblos milenarios los marchantes: vendedores de achiote, masa fresca, hojas de plátano y especias, recorren las calles y entran a los patios en donde el trajín de cazuelas, molcajetes y comales está en su punto. Para el mediodía, las mesas y los altares lucen los tamales, los dulces y los panes preparados con el amor que aún inspiran los seres queridos que ya no están… pero que vuelven, solo por unos instantes, a convivir con sus familias.
Todo el misticismo de las festividades del día de muertos, en la Riviera Maya se mezcla con un clima espectacular, de mediodías soleados, cálidos y atardeceres frescos. La temperatura del mar y la del viento parecen ponerse de acuerdo para complacer la piel. Por si fuera poco, la Riviera Maya ofrece dos oportunidades inigualables para sumergirte en la gran tradición mexicana del día de muertos:
- Hanal Pixan de Altournative ofrece un recorrido por una comunidad de la selva de la Riviera Maya en la cual los ritos tradicionales se han mantenido intactos. Con ellos tendrás la oportunidad de experimentar los sonidos, sabores y colores de esta noche espectacular.
- Festival Vida y Muerte de Xcaret crea para sus visitantes un espectáculo de dimensiones alucinantes en los cuales confluyen las distintas maneras en las que México celebra el día de muertos. Esta gran puesta en escena reúne a cientos de artistas de todas las disciplinas: danza, teatro, visuales, iluminación, canto, gastronomía… Todo un derroche de belleza y perfección.
No lo piense más, desde el 30 de octubre hasta el 2 de noviembre, venga a la Riviera Maya y camine con alegría entre la vida y la muerte de una manera que solo es posible en México.
